Dicen los teóricos que el cine es uno de los medios cuyos contenidos se recuerdan con mayor facilidad. Es por esto que las empresas aprovechan a anunciarse en las salas de cine, a pesar de que sus anuncios carezcan de una calidad de elaboración tan avanzada como los spots creados para televisión o Internet.
Los contratos por parte de las distribuidoras, entre las que destacan las tres grandes exclusivistas screenvision, discine y movierecord (de esta última todos los aficionados al cine conocemos su sintonía) se realizan sala a sala y aunque existen otras formas, ésta es la más económica.
El cine es para el publicitario y la empresa anunciante similar a la llave Allen para todo mecánico, puesto que es útil y eficaz. Ante todo destaca por la creación de ambiente. El espectador se siente cómodo sentado en una sala enorme, sentado en su butaca, tan cómoda como un sillón de orejones, y con un buen “cancarro” de palomitas.
Pero lo más importante es la pantalla de 15 x 30 metros que envuelve al espectador y que llama su atención tanto en la visualización de la película como en la de los anuncios. El espectador de a pie, que al haber pagado el dineral requerido para entrar en una sala sin que le detengan, está dispuesto a visualizar todo lo que le echen encima. Y digo todo lo que le echen puesto que los anuncios que aparecen en el cine dejan mucho que desear: entre estos destacan el del "Hotel Lezama Leguizamón" o el del "Circuito de cars en el Centro Comercial Ballonti."
Como he mencionado, los anuncios recuerdan a los vídeos caseros que tú lector, o yo, podríamos elaborar en nuestras casas, pero increíblemente, sé de gente que podría recitar cada uno de estos anuncios sin apenas dudarlo… ¿Qué les parece?
Un saludo
Es totalmente cierto. Está comprobado que el recuerdo de la publicidad en el medio cine es de una altísima calidad y que se recuerda hasta dos semanas después sin ninguna duda. Muy interesante.
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